viernes, 8 de noviembre de 2013

"Una sola golondrina no hace verano."


El sueño ausente o el desvelo constante han hecho que mi personalidad se distorsione por completo, al punto de soportarlo todo, todo de él. Y no lo sé creo que yo sólo quería que él supiera que yo estaba/toy dispuesta a intentarlo todo, a crearlo, inventarlo y rehacerlo todo, aunque se me fue de las manos la situación,  cual niña afuera de una nevería cruzo los brazos y espero impaciente su llegada. Espero 1 minuto, 2, 5, 15 y volteo rápidamente porque siento ese palpitar, él esta ahí. Me entreteje en esas mil conversaciones, pretenciosas aveces, vanas otras, pero sobre todo interesantes, interesantes como todo él.

Fuera de lo común... Fuera de toda la multitud, de toda la mierda en conversaciones que pudieras encontrarte, él esta ahí, él que con un sin número de sonrisas, de temas, de canciones, de películas se me mete hasta el fondo de mi cuerpo. Me hace sentir esas estúpidas mariposas en el estómago, me hace sentir atolondrada y rídicula a la espera de él tras la nevería. Me hace desear que ya sea mañana y pasado y todos los días, pero quiero que siempre él este ahí sonriéndome.

Y para que él lo sepa, ni me gusta, ni me cae bien, ni lo odio, ni me quiero enamorar... Sino es que ya lo hice.

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