martes, 30 de septiembre de 2014

"Y así es cómo los que nos iluminan son los ciegos."

"Cada vez iré sintiendo menos y recordando más, pero qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos, un diccionario de caras y días y perfumes que vuelven como los verbos y los adjetivos en el discurso."


Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente su orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, las esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentía balparamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.
Capítulo 68.


"Me muerdo los labios y me burlo de mi desgracia, y más todavía, el doble y el triple, de quienes dicen que debo resignarme, porque las cosas no pueden ser de otra manera... Las cuitas del joven Werther




viernes, 26 de septiembre de 2014

Cuando no hay amor ni las cobijas calientan.



Viceversa


Tengo miedo de verte 

necesidad de verte 
esperanza de verte 
desazones de verte 



tengo ganas de hallarte 
preocupación de hallarte 
certidumbre de hallarte 
pobres dudas de hallarte 



tengo urgencia de oírte 
alegría de oírte 
buena suerte de oírte 
y temores de oírte 



o sea 
resumiendo 
estoy jodido 
y radiante 
quizá más lo primero 
que lo segundo 
y también 
viceversa.

MB



Hoy sólo quiero tomar y no saber de nada.







martes, 23 de septiembre de 2014

Sólo quien carga el costal sabe lo que lleva adentro.

Sefiní 


Basta por está noche cierro
la puerta me pongo
el saco guardo los papelitos donde
no hago sino hablar de ti
mentir sobre tu paradero
cuerpo que me has de temblar



“You met me at a very strange time in my life.”



“My dear,
Find what you love and let it kill you.
Let it drain you of your all. Let it cling onto your back and weigh you down into eventual nothingness.
Let it kill you and let it devour your remains.
For all things will kill you, both slowly and fastly, but it’s much better to be killed by a lover.
~ Falsely yours” C. Bukowski


miércoles, 17 de septiembre de 2014

La verdad no peca, pero incomoda...

Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de
fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible.
Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me
receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana?
No es mucho, ni es poco, es bastante. En una
semana se pueden reunir todas las palabras de amor
que se han pronunciado sobre la tierra y se les
puede prender fuego. Te voy a calentar con esa
hoguera del amor quemado. Y también el silencio.
Porque las mejores palabras del amor están entre dos
gentes que no se dicen nada.

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y
subversivo del que ama. (Tú saber cómo te digo que
te quiero cuando digo: “qué calor hace”, “dame
agua”, “¿sabes manejar?,”se hizo de noche”… Entre
las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he
dicho “ya es tarde”, y tú sabías que decía “te
quiero”.)

Una semana más para reunir todo el amor del
tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que tú
quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No
sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para
entender las cosas. Porque esto es muy parecido a
estar saliendo de un manicomio para entrar a un
panteón.

lunes, 8 de septiembre de 2014

"Ya no pido que me den, sino que me pongan donde hay..."



Semidesnuda en medio de la nada, con los sentimientos cuál olla de palomitas, sube y baja, sube y baja... Recórreme ese fluido espeso por los pies... Me deja congelada, me deja fría y me pone en un estado de semidrepesión efímera, me vuelve loca poco a poco... Y lo veo parado junto a mi, frente a mi, tras de mi  y el degradado color de sus ojos que traspasan cualquier pensamiento que pudiera tener en ese momento... Y sus brazos quietos y mis ojos tiemblan y quisiera que me dijera que todo estará bien y que todo está bien... Y que no me pregunte nada y sólo me rodeé y me retenga en sus brazos, que no me pregunte nada y que me abrace y bese, sólo eso... No quiero responder nada, entre los brazos, sólo quiero llorar y saber que todo estará bien y que no se marche nunca... Pero ambos lo sabemos, ya lo jodimos de nuevo, ya lo eche a perder como siempre...