sábado, 23 de julio de 2011

Si el perro es cusco, aunque le quemen el ocico...







Cuando todo se apaga y deja de surgir tanta risa estentórea es cuando te das cuenta de que nada pasa, que siempre sigue en la misma luz ilusa que ni alumbrar puede. Que tristeza que aun siga pensando en él, así muy esporádico pero lo hago y cuando pasa eso, me dan como ganas de llorar, me dan ganas de derretirme cual Amélie en la cafetería bajo mis ojos. Como en las tardes lluviosas que se te meten hasta los huesos y terminas con depresiones más tontas y sin sentido que nunca. Todo eso pasa muy de vez en cuando pero es cuando caigo de repente en esta estúpida realidad, realidad, que de nada tiene real.


Eso pasa porque aunque no te vea, ni te escuche, ni si quiera te sueñe, apareces en los pensamientos y siento que perdí, que he perdido y que sigo perdida entre tanto sentimiento falso.


Aunque sinceramente no culpo a nadie, ni a mi, ni a este pensamiento recurrente cual ciclo, mas bien todo es como una serie de caUsalides, que se entrelazan como cadenita que teje un gran sweter y termina por hacerte creer que no pasó nada, que no pasa nada y que siempre has sido la misma ilusa que sigue creyendo en las tan idealizadas peliculas románticas o en su defecto de amor. Claro que no, todo es consecuencia de algo, he ahí el porque no puedo aveces contener estos pensamientos que no se hacen mas que recuerdos y termina por dejarme ahí, en another world. FIN.








Y ya porfa en buena onda presentenme a algún dude con barba y que sea buenísima onda (: