miércoles, 9 de octubre de 2013

Como el burro del aguador, cargado de agua y muerto de sed...




Insomnio forzado en sobre medida, ocúpome en lo que dejé un tanto de lado en las jerarquías de mis pensamientos y más de mis acciones. El nerviosismo se apodera de cada una de las yemas de mis dedos, me hace estar intranquila e incómoda, me siento presionada cual tachuela en la pared.



Y bueno ya, me pesan más lo párpados que los pensamientos.


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