viernes, 9 de marzo de 2012

El último orejón del tarro.



Sin eufemismos estoy tratando de buscar las palabras apropiadas para estos pensamientos recursivos que dan vuelta cual olas en toda mi cabeza. Qué espero? Esta vez no espero nada, me he cansado de esperar algo que no viene, que es efímero, que bien puede ser una químera disfrazada de sentimiento, pura cosa subjetiva. Nada real.
Nada real de la vida, todo es un cumulo de cultura encimada, con recuerdos, memorias, experiencias, sueños, pensamientos, todo. El sentimiento que sientes al despertar, ese entreabrir los ojos y saber que has dormido y no te has dado cuenta, que sin querer te fuiste emergiendo y fusionando con el sueño que estabas tratando de formar, paz! como si nada te encuentras sobre la cama tratando de obligarte a siquiera moverte... cinco, diez minutos más... no lo logras. Así es la vida. De ese tipo de sensaciones que odias sin embargo las sientes rutinariamente.

Ya no lo extrañaré es un mal hábito.

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