Pinche twentyeleven como lo estoy odiando con toda mi persona, no hace más que hacerme sentir patética, ni siquiera he podido ultimamente controlar todas las situaciones rídiculas que la vida se empeña en ponerme y en otras que yo misma he llegado a entablar debido a todas las circustancias pendejas, debido al lubricante social, sí ese, el alcohol. Termino siendo otra, otra que no me gusta, que me hace ver como de esas... de esas personas estúpidas y en algunos otros casos termino por ceder y por crear entornos desolados. Sin esperanza.
Todo se hace entonces nada. Nada en donde no sé para donde o no ir, o que sentir y que no. Siempre por... en resumidas cuentas siempre es él.
Hoy sí me lo merezco. Ilusa e idiota.
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