lunes, 17 de noviembre de 2014

Borrón y cuenta nueva.



La distancia de un par de meses agudizó el tono de sus caricias, de su aliento, del sin fin de los fines, de la agonía renaciente de los besos  por dar. Encuéntrome envuelta y paralizada.
No sé si las razones siempre sean equívocas, pero las cosas que se dicen  y sienten son lo suficiente profundas que se quedan impregnadas en el subconsciente. Siempre quiero quedarme en lo más fácil y no continuar; pero cuando, con todas tus fuerzas (quizá no todas), has intentado huir certeramente y despacio pero no se puede, te anclas; tu cuerpo simplemente anclado al de él y mucho más a toda su persona, su cerebro, su sonrisa, su inteligencia, sus sentimientos, a la manera en que te mira y te habla... Porque él lo sabe, yo sé que lo sabe... Que yo ya no poseo nada...


¿Toda esta gran químera es cierta? ¿Realmente es cierto?


Stay this time.

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